Garbanzos con chorizo y costillas

Ingredientes (para 4 o 5 buenas raciones)

1/2 kg de garbanzos
1 chorizo
200 grs de costilla fresca salada en trozos
1/2 cebolla
1/2 pimiento rojo
2 tomates
aceite
pimentón
laurel.

Poner a cocer en agua caliente los garbanzos (remojados desde la noche anterior) con las carnes y el laurel. En la olla a presión serían unos 12 minutos, más la despresurización. Mientras tanto, hacer un sofrito durante unos 10 minutos en dos cuharadas de aceite con la cebolla, los tomates despepitados y el pimiento, todo muy picadito. Le añadimos una cucharadita de pimentón y lo retiramos del fuego. Vertemos el sofrito sobre los garbanzos apenas cubiertos de caldo (habremos retirado el sobrante de cocerlos si lo hubiera) y lo ponemos al fuego unos 15 minutos para que se integren los sabores y espese un poco la salsa.
Si no encontráis costilla fresca salada (aquí en Canarias es muy típica, está conservada en salmuera, como el codillo) podéis utilizar la fresca normal, pero en este caso habría que añadir algo de sal, según os parezca
Es importante dejar enfríar el guiso y meterlo luego en la nevera.  Toda la grasa se irá hacia arriba y se solidificará, con lo que será muy fácil quitarla, manteniendo todo el sabor. Además. todos los pucheros están mejor de un día para otro.
Se congela en raciones con muy buenos resultados. Luego podemos incluso desccongelarlo directamente en el microondas.
Aunque obviamente se trata de una comida grasa (prótido-lipídica) y técnicamente podríamos tomar de postre un lácteo entero, o queso, o incluso chocolate, yo recomendaría completarlo con fruta o un lácteo desnatado, para evitar un exceso de grasa.
Que os aproveche

Gratinado de calabacín y berenjena

Hoy he estado revisando recetas antiguas de mi otro blog, y me he dado cuenta de que no tenía publicado este rico gratinado de calabacín y berenjenas. Admite muchas variaciones y, si le añadimos carne picada o atún a la salsa de tomate constituye un buen plato único.
Puede tomarse frío o caliente, de las dos maneras está muy rico, así que puede servirnos para el tupper del trabajo.
Es recomendable tomarlo a mediodía, por la cantidad de grasas que contiene, pero ocasionalmente podríamos hacerlo por la noche.

Os dejo la receta.

Ingredientes:

Dos calabacines
Una berenjena grande
3 bolas de mozzarella  (las mías light, pero no es estrictamente necesario)
250 grs de tomate frito
75 grs de queso rallado para gratinar
orégano
sal


Cortamos en láminas como de 1/2 centímetro los calabacines y las berenjenas (sin pelar ni lo uno ni lo otro) y los espolvoremos de sal. Los dejamos en un escurridor como media hora para que suelten el agua (y pierdan ese sabor amargo las berenjenas).
 En una sartén antiadherente con unas gotitas de aceite vamos haciendo todas las láminas a la plancha hasta que estén un poco doradas y no suelten líquido.

Vamos precalentando el horno a 180º.
Cubrimos el fondo de una fuente de horno untada de aceite con láminas de calabacín, y por encima colocamos la mitad de la mozzarela en rodajas, bien escurrida, porque si no empezará a soltar agua y nos arruinará el plato. Cubrimos con una capa de berenjenas.

Colocamos encima la mozzarella restante y una última capa de calabacines. Napamos todo bien con el tomate frito, espolvoreamos el orégano y cubrimos con el queso rallado.
Después de esto sólo queda hornearlo a 180º durante unos 40 minutos hasta que esté doradito.

¡Que aproveche!